Lecturas de verano, IV
Si le recuerdo aquel viejo paseo por Via Nazionale, dice que
se acuerda, pero yo sé que miente y que no se acuerda, de nada; yo a veces me pregunto si éramos
nosotros, esas dos personas, hace casi veinte años, por Via Nazionale; dos
personas que conversaban tan amable, tan educadamente, mientras se ponía el
sol; que hablaron de todo un poco y de nada; dos amables conversadores, dos
jóvenes intelectuales de paseo; tan jóvenes, tan educados, tan distraídos, tan
dispuestos a dar el uno del otro un juicio distraídamente benévolo; tan
dispuestos a despedirse el uno del otro para siempre, aquel atardecer, en
aquella esquina.
Él y yo. Las pequeñas virtudes. Natalia Ginzburg. 1962