Me subí en un tren.
Y me viniste a buscar a la estación, como en las películas.
En ese pueblo fronterizo, que se ha convertido en algo nuestro.
Fueron dos días sencillos. De necesitar poco. Ver el mar, pasear por un Colliure lluvioso, refugiarnos
en un restaurante y disfrutar del plat du
jour.
(Cada pareja tiene sus sitios mágicos).
(Cada pareja tiene sus sitios mágicos).
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